El despertar está fundamentado en motivos e intereses. Uno de ellos puede ser, alistarse para cumplir una responsabilidad fuera de casa, realizar planes conforme a los proyectos propuesto en la mente de un soñador, también puede enfocarse en darle mensajes cargados de amor a esa persona que tanto se valora porque a calado en el corazón como una impronta lo hace en las hojas para la formación de un libro. Hay muchas razones, pueden ser académicas, relacionales o corporativas, nada de eso es lo fundamental, lo verdaderamente funcional es despertar.
Requerir este tipo de estímulos para poder dar ese acto de activación es interesante. Sin embargo, en pocos momentos nos levantamos por nosotros, eso se ve cuando, al estar pasando una situación difícil, todas esas razones de cierto modo son desplazadas por esa emoción de nostalgia que carcome como polilla cada una de las intenciones, motivaciones e intereses que nos llevan a la acción. Es triste esto porque nos muestra implícitamente que tu acción está en función de razones externas y no en torno a tu bienestar personal.
Claro, quizás ese bienestar se fundamentará en el momento de la consumación de tus proyectos, pero el proceso es lo que cuenta porque, el verdadero éxito y la satisfacción perpetua no nace del logro, sino del proceso que tuviste que vivir para aprehender dicho logro. No sé si me doy a entender. Está bien que anheles levantarte por otros, pero levántate por ti porque el día es tuyo y de nadie más, al entender esto, verás cómo influencias a los otros y te haces buen gerente de tus responsabilidades sin necesidad de gastar tanta energía. Verás que tu acción que va primero hacia tu bienestar, traerá como consecuencia la generalización de ese bienestar a cada esfera de acción de tu vida.
Por este motivo, ve desde dentro de ti en tu diario vivir las intenciones que te hacen levantar de cama. Muchos piensan en ti, muchos sonríen al verte un día más porque estuvieron pensando fehacientemente en ti desde el día anterior. Eso es hermoso, eso es magnífico, pero te aseguro que se potencializará en el instante en que tu motivación sea por ti y para ti, porque esa valoración te hará ver con los ojos de los otros que se alegran al verte sonreír. Es un ejercicio, no necesitas cursos para desarrollar esa habilidad, sólo requieres de mayor atención a lo que amas, que muchas veces dejamos relegados.
Para finalizar, debo dejarte algo en claro, que pienses por ti y para ti no significa que formes una estructura de pensamiento arrogante y soberbia. Nada de eso. Sólo quiero que des la valoración en su medida de tu vida, que sepas que el día es tuyo y que está en tu responsabilidad la gerencia de ella. Eso te hará comprometido contigo y hará que veas el valor que muchos te tienen al momento de dejarte un mensaje de estos. Te muestran el afecto que te tienes y te demuestran que eso no sólo queda en palabras. Haz lo mismo, te invito a ello.